- Batidos naturales: tan fácil como añadir fruta, un poco de leche o agua y batirlo todo. Añadir un poco de hielo no es mala idea para que el líquido nos refresque. Con los batidos hay miles de posibilidades y además de hidratarnos aportan vitaminas, minerales y energía.
- Limonada: algo tan simple como agua, limón y un poco de azúcar es la bebida perfecta para el verano. Si añadimos un poco de bicarbonato tendremos toda una bebida isotónica. Tener esta bebida en la nevera es perfecto para cuando llegamos de entrenar o durante el entrenamiento.
- Agua: el agua tal cual no puede faltar como bebida importante en la hidratación. Ya sea sóla, a modo de té o preparación similar el agua es el elemento base para la hidratación y en ocasiones lo único que nos apetece tomar cuando tenemos sed.
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